El Domingo 29 de Septiembre de 1935, por la tarde, tres campesinos y el cura rural de un pueblo pequeño en Lot-et-Garonne, formalizaron de una forma simple y pragmática las bases educativas de lo que más tarde se convertiría en la base del Movimiento de las Maisons Familiales Rurales ( CEFFAs (1) ) :
– Una semana por mes los jóvenes asistirán a clases en la Maison Familial Rural (CEFFA) y luego, durante tres semanas, participarían en actividades agrícolas con sus familias, quienes se comprometen a apoyarles y darles tiempo para hacer los ejercicios teóricos. Ellos inventan una formación alternada: en la vida y para la vida, que permite vincular (unir) los estudios con la experiencia profesional vivida.
– Después del período de estancia en la empresa familiar, los adolescentes permanecían durante toda la semana en la MFR, en internado. Este es, por naturaleza, un ambiente diferente al original; esta estancia en la escuela será una apertura hacia lo exterior y un elemento importante en el aprendizaje social donde la formación humana será privilegiada.
– Estas cuatro personas apostaron, a que esta alternancia entre la vida en la empresa y la reflexión que se hacía en la MFR surtiría efecto directo en el desarrollo de su entorno socio-económico.
Progresivamente, en la década de 1950, inspirada en parte por el trabajo de la Escuela Nueva (2), la concepción (el diseño) de la Alternancia en las MFR se va precisando : inicialmente cada joven, se compromete durante el período de prácticas a un trabajo profesional, en una situación real, que le permite actuar, ser reconocido, posicionarse y tener su lugar en el medio. Posteriormente reflexiona sobre su práctica y observa su entorno, con la ayuda de los adultos (creación de un Cuaderno de Explotación(3); y del Plan de Estudio(4); con la idea de iniciar una investigación o búsqueda- en la empresa ciertamente, pero de forma general en la vida cotidiana). Los jóvenes plantean cuestiones a los adultos con quienes conviven y trabajan: padres, profesionales, formadores…
No es el maestro que interroga, es el adolescente que interpela a los mayores. En la clase, esta realidad del terreno sobre lo que se investigó, será explicada y analizada. Este análisis, favorece el distanciamiento necesario (la puesta en común es una animación educativa donde los jovenes comparan, dialogan, intercambian sobre sus investigaciones y experiencias). Por último, un Plan de Formación dará un sentido general, organiza la distribución de las actividades del alumno en el tiempo y el espacio : en la empresa y en la escuela; de manera temática (una tema unifica la estructura del período de alternancia) con el fin de tener un enfoque sistémico e integral (holístico).
De esta capitalización de experiencias que se fueron adquiriendo en casi 80 años, las Maisons Familiales Rurales insisten (resguardan) en cuatro aspectos fundamentalesc :
– El conocimiento, primero es el saber del joven; es importante tomar en consideración esto cuando se refiere a sus proyectos y actividades. En todos los casos, la práctica (y el cuestionamiento, el asombro, la curiosidad, las ganas de hacer…) preceden a la teoría. El trabajo precede al estudio y no al revés (de la mano a la idea). El hecho de situarse en el terreno (la Alternancia : pedagogía de la realidad y de la acción) -y la producción de conocimientos que resultan de la misma- es lo que favorece (promueve) la adquisición de conocimientos. ¡Cuando la escuela tradicional es un lugar de acumulación de saberes, la alternancia es un proceso vivo y eficaz de la integración de los conocimientos!
– La relación entre vivido en la empresa y la formación en la escuela requiere necesariamente, dispositivos construidos. La articulación de los diferentes espacios-tiempos de la alternancia requiere actividades pedagógica precisas (cuaderno de relación, la investigación, la puesta en común, el tiempo de acompañamiento, después del período en el medio profesional, la preparación para la próxima estancia de formación en la empresa…) que permiten organizar la continuidad de la formación en una discontinuidad de actividades (gestión de rupturas). Estos dispositivos sólo son válidos si hay un Equipo Educativo formado en la alternancia y capaz de establecer un vínculo entre los distintos actores de la formación (visitando a los responsables de alternancia, encontrándose con los padres…), de ordenar cada tema y optimizar cada intervención, las visitas, las salidas culturales…
– Todos los actores que intervienen en la formación trabajan en común; cada uno en el rol, que le es propio, sirviendo al mismo proyecto. Los intercambios entre los jóvenes, las familias, los formadores, los adultos presentes en el mundo del trabajo/empresa (La alternancia: pedagogía del encuentro) son esenciales y permiten el desarrollo del alumno. Y, al mismo tiempo, toda la comunidad educativa tiene el mismo objetivo : el éxito de la persona en formación.
– La formación técnica, general, humana y ciudadana están estrechamente relacionadas. Poner en sinergia y no en oposición, las dimensiones profesionales y generales de la enseñanza, para asegurar la formación integral de un joven lo prepara para vivir con los demás, solicitando su responsabilidad y sentido de solidaridad, estimulando la vida en grupo, en un ambiente de calidad, de talla humana, fomentando su movilidad en el espacio local, nacional y su apertura al mundo, privilegiando las nociones de competencia y profesionalismo en el oficio, lo que le permite tomar conciencia de su entorno y de los intereses de sus ciudadanos para generar una lógica de desarrollo sostenible…estos son los ejes que hay que priorizar más allá de cualquier Formación Técnica. A través de esta Formación Integral, cada joven está llamado a construirse profesionalmente y socialmente.
Así, de la sólida experiencia de las MFR aprendemos que la Formación en Alternancia no es sólo un proceso de formación o un medio de inserción entre otros. Es un concepto complejo que requiere la gestión de un número de oxímoros (combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej., un silencio atronador): la de la producción y de la formación; de la ruptura y de la continuidad; del trabajo manual y del trabajo intelectual; el de la formación profesional y el de formación general; el del proyecto personal y el de la participación ciudadana; el del profesor y el de animador; el del conservadurismo y de la revolución…En una palabra, la Alternancia, derriba nuestros viejos paradigmas educativos y desafía nuestras viejas certezas.
¿Debemos tener miedo de esto? No, todo lo contrario! La Formación por Alternancia conlleva en su concepción y en sus prácticas, las semillas de una verdadera renovación de la escuela. ¡La Alternancia -siempre y cuando sea pensada en su globalidad (holística) y como tela de fondo con una ambición social- puede ayudarnos a pensar en una educación impertinente que se renueva constantemente, la única que vale la pena!
Patrick GUES Paris, 1 Junio 2012
Traduction de Juan Carlos Bregy et Pedro Puig-Calvo
1. CENTROS EDUCATIVOS FAMILIARES DE FORMACIÓN POR ALTERNANCIA Nombre utilizado para designar todas las MFR de forma común en el mundo.
2. Escuela Nueva: corriente pedagógica que defiende el principio de la participación activa de los individuos en su propia educación. Aprendizaje, antes de la acumulación de conocimiento, que debe ser – ante todo- un factor en el progreso general de la persona. Para ello, hay que partir de sus centros de interés y esforzarse por suscitar el espíritu de observación y de cooperación.
3. Une méthode active d’apprentissage agricole, les cahiers de l’exploitation familiale, André Duffaure et Jean Robert, Paris, Éditions EAM, 1955, 247 p.
4. Cuaderno de la explotación llamado de la “Realidad” en muchos países, igualmente al Plan de estudio se le llamada igualmente “Guía de investigación, Plan de Busqueda o Plan de investigación”.
LA FORMATION PAR ALTERNANCE 